Cocina (primera planta)

- Si, bueno, tener padres famosos tiene sus desventajas - sonreí, pensando en Vladimir Demetrevich, mi padre, uno de los más reputados guardianes, tanto así que llegó a ser el guardián personal del predecesor de Tatiana.

Le di un largo trago a la cerveza hasta que me la acabé y arrojé el envase vacío al cesto. Imité a una ovación. Luego comí más papas directo del bote.

- Los Belikov fueron como mi familia.... les debo todo lo que soy...

Y me había puesto triste de nuevo, esa era la razón principal por la que no me gustaba hablar de mi familia, sobre todo de mi madre... Suspiré al recordarla.

- Ahora te toca a ti, dime cómo es que conociste a Belikov. Pero con lujo de detalles

Sonreí para ocultar la tristeza y esperé a que me contara todo.

Asentí con la cabeza, lleno de comprensión.

- Si, él me lo dijo. Todo eso acerca de su escape y el rescate de la princesa Dragomir, además comentó algo sobre sus entrenamiento- intenté omitir que al inicio no dejaba de repetir que era una chica malcriada y arrogante.

Al momento noté su incomodidad, la manera en la que intentaba pasar como si todo eso no le afectara y el tono ligero y fingido que intentaba usar, además del obvio echo de que reprimía mucho de lo que realmente había pasado. No la culpaba, todo el mundo quiere reprimir algo. Desistí en sacar más información, dándome por servido al notar que entre ellos había algo especial.

Me puse en pie de un salto, me estiré un poco, eché la basura a su lugar y regresé para ofrecerle la mano para que bajara.

- Lo mejor es ir a dormir, mañana será un largo día




OFF: Como siempre, es un honor rolear contigo Carlie. Seguimos en contacto.

Me había levantado algo tarde esa mañana, pero no me importaba ya que había dormido cómodamente toda la noche. Francamente, mejor que eso. Había vuelto a mis días en Roma, mejor dicho, a esas noches donde yo no podía dormir y Kostia venía a ayudarme con a conciliar el sueño. Su sola presencia me tranquilizaba.

Por lo pronto ya había dormido lo suficiente para no sentirme cansada y mucho menos tener ojeras. Pasé por el comedor, ignorando a mis padres que tomaban el desayuno ya con traje y dispuestos a lo que Tatiana les diga. Llegué a la cocina donde encontré a Stiva preparando un monumental desayuno. Me acerqué por la espalda y le besé la mejilla.

- Alguien está de buen humor hoy- comentó en italiano.

- No se puede esperar más de mi- le sonreí y me senté en la barra- ¿Para quién es todo esto? ¿Vendrá un ejercito?

- Es para el barril sin fondo que es Kostia, tus amigos y tu. Esperemos a que lleguen y podemos comer- me lanzó una sonrisa amistosa y yo se la devolví.

Me quedé ahí sobre la barra esperando a que el resto llegar y viendo cocinar a mi amigo.

Isa te molestaria abrir un nuevo post solamente para el desayuno? el foro luego se hace lio si no cerrare este tema porque esta terminado gracias y perdon por las molestias