Dormitorio de Isabrella Ozera

Al fin había llegado a mi habitación. Luego de un larguísimo día de viaje en diferentes aviones desde Roma, lo único que quería era una ducha y una cama, pero de momento eso no se podía plenamente. Antes que nada debía acomodar mis cosas y luego buscar a mi primo.

Solté una blasfemia en cuanto crucé la puerta y vi mi cuarto, era exactamente lo que le había dicho a mis padres que no quería. Pero supongo que no se puede esperar menos de los dos mejores amigos de la reina Tatiana. Deseé más que nunca que ellos no se hubieran conocido y sido amigos en sus años de escuela.

Sobre la mesa de centro había dos notas, la primera tenía la pulcra letra de Jacob, la segunda, el sello de la Corte. Ninguna de las dos me sorprendió. Decidí abrir la primera.

Isa:
Tu madre y yo esperamos que hayas llegado a salvo a San Vladimir. Ya te extrañamos. Igualmente esperamos que no te molestes por lo que Tatiana nos ofreció para tu estancia, no pudimos negarnos y francamente lo mejor es que tengas las mayores comodidades que tu nombre merece.
Te deseamos un buen comienzo de año.

Tus padres.

Suspiré, eso era típico de ellos. Siempre con su diferencia de clases y estupideces de ese tipo. Mis padres no cambiarían nunca, pero al menos ahora me dejaban hacer lo que quería.

Tomé la segunda nota y la leí. Como era de esperarse, era de la reina Tatiana en persona.

Señorita Isabrella Ozera:

Deseo que pases un buen año escolar en el loft que les ofrecí a tus padres para ti. Como luego sabrás tu habitación está muy cerca de la que ocupa mi sobrino Adrian en las escasas veces que pisa una escuela, con el cual espero que te lleves muy bien.
Sé que parece algo ostentoso, pero es lo que alguien como tú se merece.

Saludos.

La reina Tatiana.

Y volví a suspirar, más snobs.

Dejé las dos notas en el bote de la basura, subí a la planta alta con mis cosas y me dispuse a acomodar la poca ropa que tenía y las muchas cajas de libros que había traído de Italia. Bien, pensé, quizá no deba quejarme, el lugar es bastante amplio como para que mis libros tengan espacio.

Y me puse a eso, en menos de lo que creí posible, terminé de acomodarlos. Me sonreí a mí misma, notando que el entrenamiento físico clandestino que había comenzado por recomendación de Christian, me estaba rindiendo frutos.

Alagué el celular y no prendí la computadora, lo que menos quería era que mis padres me localizaran tan pronto. Luego fui y tomé una ducha rápida con agua muy helada. Necesitaba despabilarme. Por último, salí en busca de mi primo.

OFF:
Saludos a todos chicos, sólo para decirles que el que quiera venir a visitarme es bien recibido, con el paso del tiempo, muchos podrán entrar como a su casa, por lo pronto sólo Christian, ya que es mi primo.

Había regresado a mi dormitorio luego de intentar encontrar a mi primo por todos lados. En ese momento me di por vencida. Aunque no todo había salido mal, de echo salió muy bien, me había encontrado en los pasillos con Dimitri Belikov, para todo el mundo era el guardián Beikov, pero para mí era Dimika, mi amigo.

Dimika me había dado escasas noticias de Roma, el lugar de donde yo venía, pero me había prometido contarme más. Por lo pronto sabía que Kostia, mi antiguo guardián personal, estaba bien y en casa... lejos de mí. Extrañaba a Kostia, aunque tener a Dimika cerca me hacía mucho bien, me sentía más en casa, más como en esas vacaciones... Dejé de lado esos pensamientos, no quería pensar en cómo acabaron ESAS vacaciones.

Fui a mi cuarto, tomé un libro y luego regresé a la sala para sentarme en el sillón rojo frente a la televisión. Me puse a leer, a la espera de que Christian se enterara de mi presencia en San Vladimir y viniera a visitarme, o quizá que Dimika terminara antes su entrenamiento y pasara también.

Llamé a la puerta del dormitorio de Isabrella sintiéndome incomodo. Se suponía que yo no debería estar ahí, o mejor dicho, no debería estar ahí en plan "amigo cercano". Como sea, llamé a la puerta, que se abrió un momento después. Isa me sonrió y me hizo pasar.

Su cuarto era enorme, de hecho podríamos considerarlo un departamento en lugar de una habitación. No hice comentario alguno porque sabía que sacar a colación el tema de sus padres la pondría de malas, no se llevaban muy bien.

Tomamos asiento en un sillón rojo que había frente a una pantalla plana de muchas más pulgadas de las que yo podía contar. Solté un silbido de admiración. Ella se quejó con un sonido parecido a un gemido. Sonreí y me senté. Me percaté de que había un libro abierto en las páginas del centro, lo levanté y vi el título del cuento La máscara de la muerte roja.

- Así que estás deprimida- apunté, no era una pregunta, era un echo. Si yo la conocía bien, ella estaba triste por algo, no leía ese cuento en especifico más que cuando se sentía así- ¿Es porque no encontraste a Christian? Sé que está en clase, porque él si va a clase- bromeé, aunque en parte era cierto, se suponía que ella debía estar en su primera clase.

- Estoy bien- me quejé- Ahora resulta que no puedo leer a Poe sin estar deprimida- Dimika sonrió.

Encendí el televisor, tenía televisión por cable, le lancé el control remoto a Dimika, que viera lo que quisiera, a mi me molestaba sólo verla, nunca me había encantado ver televisión, y menos si eso me recordaba que mis padres la habían patrocinado.

- ¿Cómo te fue en tu entrenamiento con Hataway?- cambié el tema. El se revolvió incomodo en el asiento- Y no estoy deprimida, sólo algo triste porque Kostia no está aquí- reconocí al final. Mientras esperaba su respuesta.

Y ahí estaba la razón, una vez más, Kostia hacía de las suyas. Me arrepentí un poco de haberlo mencionado en el pasillo, eso había echo decaer el ánimo de Isa.

Tomé el control remoto que me había lanzado y apagué el aparato, no estaba acostumbrado a ver televisión, era uno de los distractores más molestos que conocía, y en mi trabajo no tenía oportunidad de distraerme ni por gusto. Supongo que se debe a que siempre estoy con la guardia arriba frente a un moroi, aunque ese moroi sea mi amigo, como lo es Isa.

- Rose tiene potencial, pero su carácter no ayuda- respondí. Isabrella levantó una ceja en esa forma muy suya de cuando sospechaba algo. Entonces me dí cuenta de que había vuelto a nombrar a mi alumna por su primer nombre- ¿Aún no encuentras a tu primo?- cambié el tema.

- No, Christian sigue huyendo de mi, aunque...- dudé- más bien parece que huye del mundo y yo no he tenido la suerte de encontrarlo.- dejé pasar lo del nombre de su alumna una vez más, no quería incomodarlo, pero tomé nota mental respecto a eso. Ahí había algo raro.

Suspiré. Eran demasiadas cosas para un par de días que llevaba en la academia. De entrada que mi primo no aparecía por ningún lado. En segunda, que sólo estaba Dimika conmigo, y no es por minimizarlo, pero echaba de menos a Kostia. Y por si todo esto fuera poco, ahora resultaba que Adrian Ivashkov podía aparecer en cualquier momento.

Había pasado por el edificio administrativo de camino a mi cuarto y ahí lo había escuchado, aunque, mejor dicho, era la constatación de lo que Tatiana me dijo en su nota. Adrian estaba en San Vladimir. Hice una mueca, era casi físicamente doloroso mencionarlo.

- ¿Sabes que Adrian va a venir a San Vladimir?- le solté a Dimika, y esperé la peor de sus reacciones.

Me tensé en mi lugar, apretando los puños para no romper algo. Ivashkov estaba en San Vladimir. Eso eran malas noticias, pero que malas.

Fijé mi mirada en Isa con la esperanza de que no se echara a llorar, sabía que no lo haría, ella es fuerte, pero de igual manera no me agradaba la idea.

- Lo mantendré alejado- le aseguré- Más le vale que no se le ocurra repetir ciertas cosas porque...- dejé la frase inconclusa, pero ambos comprendíamos el resto.

Me puse en pie y auncié:

- Me voy, te veo luego Isa, y no busques más problemas, ya me enteré de lo de la clase de Cultura moroi- ella me dedicó una sonrisa que quiso ser feliz y me dejó ir.

Dimika se había ido, dejándome completamente sola con mis pensamientos. Funestos pensamientos he de agregar.

Adrian estaba en San Vladimir.... Eso era malo, muy malo y doloroso. Lo único que esperaba era que no se pasara un día por mi cuarto, llamando a las puertas en busca de gente con quién divertirse, en parte no sabía si me negaría, en parte probalemente aceptaría.

Si, esto era muy muy malo.

Suspiré, deseando que Adrian regresara a donde fuera que estaba. Volví a mi libro e intenté ignorar el mundo, deseando con todo el corazón que alguien viniera a levantarme al ánimo, que de repente Chris apareciera, o quizá Rose, la chica que se había convertido en lo más cercano que tenía a una amiga.

Una dia que pasaba por el comedor escuche que Isabrella Ozera estaba en el instituto asi que decidi darle una visita. Claro nose si ella hiba tener el mismo interes de volverme a ver como yo a ella. Tenia tanto tiempo que no la veia claro la ulltima vez que la vi fue algo fatal y estabamos en otras condiciones. Sabia que tenia que estar en su dormitorio asi que me dirigui hacia los dormitorios. Tenia que asegurarme que no me vieran. Cuando llegue a los dormitorios encontre su cuarto y toque cuando abrio solo me meti rapido ya que no queria que me descubrieran. Ya adentro la vi a los ojos y le sonrei -Hola Isa-. No sabia que mas decir ya que no sabia como iba reaccionar ella pero con solo verle la cara era obvio que no se esperaba encontrarme aqui. Camine un rato por su habitacion y luego encontre un sillon asi que me sente. -Me entere que estabas aqui asi que decidi venir a verte y recordar viejos tiempos- le dije con una sonrisa y le guine el ojo.

Todo había pasado tan malditamente rápdo. En un segundo estaba leyendo y al otro abrí la puerta, y uno más después y Adrian estaba sentado en el sillón de mi sala.

Me quedé petrificada un momento. Mi peor pesadilla cobrando vida.

- ¿Qué se supone que haces aquí?- demandé saber. Fingiendo que su tía no me había dejado una nota diciendo que me lo toparía en cualquier momento.

Me le quede viendo y mi sospechas eran ciertas no estaba muy contenta de verme. -Solo pasaba a saludarte ya que tiene tiempo que no te veo- le dije con una sonrisa. Para ella la ultima vez que nos vimos fue algo feo. La vi con una sonrisa -No te da gusto verme- le dije con una sonrisa y un guino del ojo. Con esta chica podria pasarla muy bien y ademas me cais muy bien ya nime acordaba porque la deje. Me pare y me acerque a ella y senti su nerviosismo y tambien vi su aura que se alumbraba mucho mas ya que estaba tan cerca de ella -Ademas pense que podiamos recordar viejos tiempos- le dije con una sonrisa picarona.

Sonreía, maldita sea si sonreía. ¡Dios! Habia olvidado por qué él me gustaba tanto.

- Gracias al cielo que no nos veíamos- dije altanera- Y no, no me da gusto verte- solté.

La última vez que nos habíamos visto era mientras teníamos una relación, lo encontré en la sala de mi casa besando a una de mis amigas. No me daba gusto verlo, para nada.

Se puso en pie y se acercó a mí, pude sentir como subía mi ritmo cardiaco y el corazón palítandome en la garganta. Maldito, odié que tuviera ese poder sobre mi. Pasé saliva con dificultad, pero no aparté la mirada.

- ¿Recordar los viejos tiempos?- reclamé- ¿Antes o después de que te encontrara besando a mi amiga?

Creo que lo peor del caso era que ella había sido mi única amiga, yo era bastante antisocial y ahora ni siquiera la tenía a ella. Tuvimos un problema y terminó con el cabello chamuscado, no diré más. El punto es que no nos hablamos ahora.

- De verda Adrian, ¿qué se supone que quieres?

A penas y recordaba al viejo Adrian, al chico divertido que conocí en Roma, el que me contaba cosas. No comprendía qué había pasado, de pronto un día se volvió este tipo sarcástico y cinico, ya no me contaba nada, ni de sus padres, ni de sus planes. Era como si todo hubiera dejado de ser importante de un día a otro.

No bajé la mirada, no lo haría nunca, y esperé su respuesta que seguramente no sería muy coherente.

Siempre me gusto pasar tiempo con Isa y para ser sincero creo que fue la unica chica que me tomo enserio. Me aleje un poco al escuchar su pregunta me rei y la mire a los ojos -Claro que antes de que pasara eso Isa y ademas ya te dije que nadie se puede resistir ante mi belleza- le dije con una sonrisa ironica. Me sente de nuevo en su sillon y la vi detenidamente aunque ella decia que no le daba gusto volver a verme sabia que mentia no solo por su forma de decirmelo si no tambien por su aura.
-Que quiero?...esa es una pregunta muy grande yo quiero muchas cosas en la vida pero la primera ahorita tendria que ser un trajo de vino- le dije sonriente. Sabia a lo que se referia pero me gustaba jugar con ella -Y tu que quieres Isa??- le dije con una sonrisa.
Recordaba cuando soliamos estar juntos que bien la psabamos pero pues de pronto todo cambio. Todo empeso cuando el maldito efecto de espiritu empeso a salir. No podia mas y aun no puedo. No se si podre contenerme o si no me volvere loco. Ese era uno de mis miedos pero nadie lo sabia ni siquiera Isa.

Bufé enojada. Como siempre, cuando alguien hablaba en serio con Adrian, él tenía que hacer una de sus clásicas y estúpidas bromas. Apreté los puños hasta hacerme daño en las palmas, recordándome que para él yo sólo era un chiste, igual que todo, que si estaba ahí, sentado en el sillón de mi habitación no era más que por aburrimiento. De lo contrario estaría besando a alguna chica.

Sin embargo decía la verdad, habíamos pasado unos momentos increíbles antes de que besara a mi amiga. El recuerdo de esos tiempos era lo que me ponía así de mal.

- Muchas cosas en la vida- me burlé- Como siempre lo único que quieres es alcohol.

Y como a pesar de odiarlo, tengo modales, fui y le serví un poco de vino que había en la cocina, aunque tuve que buscarlo un rato, no había explorado esa zona. Cuando regresé pensé en tenderle el vaso de mala gana y echárselo encima, pero luego me lo replanteé. Si conocía bien a Adrian, se quitaría la ropa para lavarla en mi habitación. Sacudí la cabeza para sacar esas ideas de mi mente.

- No creo que te interese realmente lo que yo quiera. Eso es un echo- respondí enojada, pensando que si realmente le importara lo que yo quería, no habría besado a mi ex amiga.

Al verla alli parada frente a mi me hiso recordar como era antes. No podia evitar recordar ella me hacia recordar eso momentos cuando estaba lucido. No deje que viera mi confusion exprese una sonrisa ironica como lo habia venido haciendo. Le sonrei -El alcohol es bueno y para decirte la verdad me calma- le dije sinceramente y con una mirada triste. *Adrian que haces no ensenes emocion* dijo la voz dentro de mi. Maldicion tenia razon no podia dejar que se diera cuenta de mi desgracia. Me repuse immediatamente y volvi a tener la misma sonrisa ironica.
Cuando vi que iba a la cocina me supuse que enrealidad me iba a dar un poco de vino. Lo agarre de sus manos y me detuve un rato para tocar su mano suave. -Muchas grascias Isa- le dije con una sonrisa. Cuando me dijo que no me interesaba su vida fue otra cosa que me tomo por sorpresa. Como podia pensar que no me interesaba claro que me interesa mucho mas de lo que ella se imaginaba -Me interesa mucho mas de lo que te imaginas- le dije serio. Otro momento de debilidad no podia creer Isa hacia que por un momento cambiara y recordara mi desgracia. Me volvi a reponer pero esta vez fue un poco lento. Me pare y fui a la venta -No sientes que estas viviendo una vida que no debio ser tulla?- le dije mirando hacia afuera. No sabia si me podria comprender pero no importaba.

Me rosó la mano cuando le di el vino y no pude reprimir un estremecimiento. Me reprendí mentalmente por todavía sentir algo.

Dijo que le interesaba lo que me pasara y mi corazón dio un vuelco, subió hasta mi garganta y latió con fuerza. Eso no es verdad, sólo quiere divertirse esta noche, mi mente intentó convencerme, pero algo dentro de mí sabía que decía la verdad. ¿Cómo podía ser eso realmente posible?

Y entonces ocurrió algo muy extraño, algo que hizo a mi corazón latir más fuerte. Una parte del Adrian que yo conocí, ese chico agradable y no tan cínico salió a la superficie. Cuando se alejó hacia la ventana tenía los hombros ligeramente abajo, creo que no se dio cuenta. Sentí la necesidad de confortarlo, de abrazarlo o hacer algo. Pero con el tiempo, igual que él, yo había cambiado, me había echo involuntariamente dura. Lo único que se me ocurrió fue levantar la mano para tocar su hombro, pero igual no lo toqué, apreté la mano en un puño antes de hacerlo y la dejé caer flácida a mi costado.

- Todo el tiempo- respondí- Todos los días me levanto preguntándome qué hago y por qué- confesé.

Me rodeé a mi misma con los brazos, sintiéndome de pronto vacía. Volví a ser vulnerable ante Adrian porque él volvía a ser el Adrian de antes, el que antes de ser mi novio había sido mi amigo. Me pregunté qué nos había pasado y por qué. Parecía que había pasado toda una vida desde aquellos días en que nos llevábamos bien.

Segui ciendo hacia la nada no podia evitar pensar entodo lo que me habia pasado desde que dexcubri que espiritu era mi don. Cambiaria cualquier cosa por que no fuera asi, esto de vivir con esta maldicion me deprimia. Habia veces que dudaba de mi lucides, aunque el alcohol tenia los efectos del espiritu adormecidos aun estaban alli esperando a salir y tomar posicion de mi mente.

Tomo un buen rato a que ella me respondiera, pero cuando lo hiso yo la entendia ya que yo me hacia la misma pregunta todos los dias. -Yo tambien me hago las misma pregunta todos los dias, sera posible que esta desgracia que vivo la tenia que vivir yo?- le conteste aun viendo hacia la nada y tambien hice una de mis preguntas que me hacian dudar de mi lucides. No sabia si eso ultimo lo entederia pero no importaba yo si lo entendia y con eso bastaba. Una ves mas vulnerable frente a Isa porque tenia que ser ella.

Volvi a recordar cuando estubimos los dos juntos. Que recuerdos tan bonitos de cuando aun estaba lucido. Voltie a verla -Sabes que extrano esos dias cuando estabamos juntos antes de que pasara esto- le dije apuntandme ya que yo fui el problema del cual nos dejaramos de hablar yo y esta maldita desgracia. No podia tener algo serio con ella ni con nadie ya que seria un infierno para ella o la que fuera. Me di cuenta por su expresion que no me crei y la comprendia. -Aunque no lo creas es la verdad.- le dije con una sonrisa. Sabia que ahora si le estaba mostrando el verdadero Adrian y no lo intente esconder sabia que con Isa no lo tenia que esconder.

Off: Lo siento por responder tan tarde espero que te guste el post xD

No pude evitar sonreír. Ahí estaba Adrian, mi Adrian, el que yo conocía y el cual me había gustado.

- Yo también los extraño- confesé un tanto apenada y otro tanto molesta, él estaba comenzando a sacar a la Isa que yo quería mantener oculta.

Inevitablemente di un paso hacia él. Cerré los ojos, reprendiéndome mentalmente por lo que hacía, no podía bajar la guardia con Adrian, de lo contrario, volvería a salir lastimada.

- ¿Cuál es esa desgracia que tienes que vivir?- le pregunté.

Extrañamente, y a pesar de todo lo que había ocurrido entre nosotros, yo quería saber qué era lo que le perturbaba. En cierta parte, muy en el fondo, yo daría cualquier cosa por estar con el viejo Adrian, o al menos estar con el actual y recuperar la confianza perdida.

Mi mano se elevó como movida por alguien más, y fue a dar a su brazo, en un intento de reconfortarlo. Cerré los ojos de nuevo, sintiendo ese familiar contacto.

- Aunque no lo creas...- me mordí el labio, pensando si realmente quería decir eso. Abrí los ojos y lo miré directamente- puedes contar conmigo para lo que necesites.

OFF: No te apures por el retraso, sé que todo el mundo está ocupado. Como sea, me encantó *-* Vuelves a ser el de antes.... aunque técnicamente no sé cómo eras antes XD.
Saludos.

No deje de mirar hacia afuera claro no era algo especifico. Cunado escuche su respuesta una sonrisa se pinto em mi rostro. No dije nada solo segui sonriendo y mirando a la nada. Luego senti cokmo ella se movia hacia mi. No me movi ni intente evadir su toque.

Luego me pregunto sobre mi desgracia se me borrro la sonrisa de mi cara y me hice aun lado. No sabia si estaba listo para decirle sobre mi don. Ademas no queria que sintiera lastima por mi y que solo estuviera conmigo por lastima. No queria parecer grosero asi que voltie a verla y le sonrei - Enrealidad no quisiera hablar de eso- le dije con una sonrisa. -No es que no te tenga confiansa es que no me gusta que me tengan lastima- le dije con suavidad. Me acerque a ella de nuevo -Porque no mejor me cuentas que has hecho todo este tiempo?- le pregunte con una sonrisa.

- Yo pregunté primero- le reclamé con el entrecejo contraído. Me molestó que se saliera por la tangente.

Se había separado de mi contacto, dejando una extraña sensación de vacío en mi mano, pero luego volvió a acercarse. Tuve que apretar los puños para conservar la calma. Tragué saliva con un ruido que sonó demasiado en el lugar. Me dio rabia saber que él producía esas emociones en mí.

- Si algo no puedo sentir por ti, Adrina Ivashkov, es exactamente eso. Lastima. Mejor, se honesto conmigo y dime que no confías en mí, no me lo tomaré personal, ya que parece que no confías en nadie.

Y me callé, principalmente porque eso se había escuchado más dolido que furioso. Mi guardia estaba bajando lentamente y eso me molestó aún más. Intenté recuperar la calma y respondí con el mejor tono indiferente que pude:

- Prenderle fuego a mi salón de clases, pero supongo que a estas alturas, tú, como todo San Vladimir, está al tanto de los pormenores.

Me alejé de él antes de cometer una estupidez y fui a servirme algo en la cocina. No me gustaba el alcohol, pero si que necesitaba agua, de repente tenía la boca seca. Tomé un largo trago de agua. Luego me presioné el tabique de la nariz con los dedos pulgar e índice, en un intento por calmar todo lo que se me había venido encima. No me sentía yo misma. Quise con todas mis fuerzas que Kostia irrumpiera en el cuarto, muerto de rabia por que Adrian estaba ahí, que le dijera que se fuera para que no me lastimara más. Quería que mi guardián lo hiciera porque sabía a ciencia cierta que yo no tendría el valor, peor aún, que yo no quería que Adrian se fuera. Muy en el fondo continuaba siendo la misma Isa que lo había conocido por primera vez, y eso hizo que me molestara aún más.

Al acercarme me di cuenta como apreto los punos y tambien como trago saliva haciendo un ruido me queria reir pero me contuve. Me sorprendi que pensara que no confiaba en ella -Isa tu eres en la unica que confio, y si tienes razon ya no confio en nadie.- le dije con calma y le agarre la mano.

Yo me estaba briendo mas y mas con Isa y sabia que podia confiar en ella *Dile total tarde o temprano se va a enterar* escuche a esa voz en mi mente decir.Y tenia razon toda la escuela ya lo sabia y preferiria que ella se enterara por mi y no por alguien mas. Sonrie al su comentario del salon -Si ya me entere de eso pero a eso no me referia sino antes de que llegaras aqui?- le dije con una sonrisa.

Luego se alejo de mi y fue haci la cocina. Me quede esperandola estaba deispuesto a decirle todo cuando regresara. Estuvo un buen rato en la cocina y me imaginaba que se estaba recuperando ya que cuando me acerque y le tome la mano se puso muy nerviosa. No podia creer que todavia tenia ese efecto en ella. Siempre me habia gustado ponerla nerviosa ante mi toque ohh cuando la besaba pero ahora era diferente. Yo sabia que ella no queria sentirse asi y que la culpa la tenia yo pero poco a poco me iba a ganar su confianza de nuevo. Me sente en uno de sus sillones ya que no queria estar parado.

Despues de un rato la vi entrar a la sala y le sonrei. -Isa pense que ya me habias dejado solo- le dije con una sonrisa. La vi directamente a los ojos -Espero que no te este interrumpiendo en algo importante- le dije serio y honestamente. Habia tenido tiempo para pensar si le diria mi verdad y habia tomado la decision de decirle todo. Suspire y cerre mis ojos y al abrirlos me acerque a ella. -Isa te dire lo que me pasa pero no quiero que pienses que te dijo esto para que sientas lastima por mi, eso es lo ultimo que quiero que sientas por mi.- le dije serio -Tambien me encantaria si no me interrumpes, al final me puedes preguntar lo que quieras- le dije con una sonrisa y le volvi a agarrar la mano.

Off: Lo siento por tardar pero es que contigo y con Rose nunca se que responder xD....Pero espero que te halla gustado el post

Me había llevado un largo rato tranquilizarme, y el hecho de que él me tocara no ayudaba mucho. Me hubiera gustado tener el valor de alejarme, me quejé mentalmente, pero no dije nada, esperé a que él quisiera seguir hablando.

- No estaba haciendo nada- admití. Antes de que él llegara realmente no estaba haciendo nada.

Dijo que me contaría todo. Por alguna extraña razón mi estomago se contrajo. ¿Realmente quería escucharlo? SI, gritó una voz en mi cabeza. Quedarme con la duda nunca había sido una opción. Necesitaba saber la verdad para terminar con esto de una vez por todas.

Me tomó de la mano una vez más, y yo aproveché para tirar de él y llevarlo de vuelta al sillón. Hice que se sentara y tomé asiento a su lado, haciéndome un ovillo, como una niña pequeña que se dispone a escuchar una historia. Recargué mi cabeza en su hombro y le rodeé la cintura con los brazos.

- Sea lo que sea que vayas a decirme, no cambiará quien eres. Recuerda que antes de ser novios fuimos amigos y, francamente, quiero que sigamos siéndolo a pesar de todo- le dije para darle ánimos.

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OFF: Di lo que sientas XD, y si necesitas ayuda o quieres consultar algo mándame un MP

Cuando la tome de la mano ell ame dio la vuelta para ir a sentarnos. Ella estaba dispuesta a escuchar mi historia tan tragica pero yo aun no sabia si le deberia decir. *Ya no te puedes hechar para atras* dijo una vosecita dentro de mi y tenbia razon ya le habia dicho a Isa que le diria todo y asi lo iba hacer.

Me sorprendi cuando puso su cabeza sobre mi hombro. Sentirla asi tan cerca de mi era algo que fasinante. Luego me abraso por la cintura no lo podia creer lo que estaba pasando. Isa me abrazaba despues de todo lo que habia pasado entre nosotros. Definitivemente Isa no habia cambiado seguia siendo la Isa tierna y con un gran corazon que yo habia conocido y que habia querido tanto. Yo le pase mi brazo por de tras de su cuello tambien abrazandola.

Suspire al escucharla sabia que ahora si le tenia que decir todo. -Gracias Isa yo tambien quisiera seguir siendo amigos- le dije con una sonrisa. Suspire por segunda vez ya que era hora de hablar *Habla Adrian, no seas un cobarde* escuche a esa pequena voz decirme. Tenia razon ya era hora de hablar con alguien y con quien mas si no con Isa que es una chava comprensiba y honesta. Vi para el suelo no queria verla a los ojos -Bueno todo empeso un tiempo antes de que pasara lo que pasara con tu amiga- le dije pero la voltie a ver no queria incomodarla pero alparecer ella estaba asi que continue. -Bueno lo que paso es que como ya sabes no me especialise, bueno pues entonces me entere que me espalisie en todos los elemento tiene su nombre y se llama Espiritu, con este elemento puedo ver auras, puedo meterme a los suenos, y apenas voy aprender a curar como Lissa.- le dije serio y viendo, todavia, al suelo. -Todo eso aunque parece ser muy bueno, tiene sus consecuencias como, la locura, depresion y mucho enojo hacia todo. Pero luego encontre la forma de no sentir lo efectos del elemento y eso es tomando alcohol o fumando, eso hace que los efectos se adormescan y asi los puedo controlar pero aun asi me afectan ya que todo el tiempo veo las auras de todos. Por eso bebo, fumo y lo de ser un sinico, porque se que ase me ven los demas, es algo que yo cree para que nadie me viera vulnerable yo se que poco a poco mi lucides se esta acabando y que tarde o temprano se va a terminar por completo.-

Aun no la voltie a verla solo me solte de su abrazo y me pare con cuidado para que ella no se lastimara. Me dirigue haci la venta de nuevo -Por eso no puedo estar con nadie ya que seria un infierno para los dos- le dije honestamente ya que sabia que era la verdad. -Mi vida se esta acabando Isa y quiero vivirla lo mejor que pueda y ya se que alomejor no es la mejor manera pero es la unica forma en atrasar mi fin aunque sea un poco- le dije con voz de tristeza y viendo hacia la nada. -Di algo Isa- le dije con inquietud ya que no queria escuchar que dijera algo como me da mucha pena ohhh que lastima ya que esas eran las dos ultimas cosas que queria que sintiera pro mi.

Off : Espero y te guste el post xD

Me había quedado repentinamente sin palabras. Yo sabía lo de su especialización, pero no sabía que todo esto era consecuencia de eso. Me sentí terriblemente por él, pero no quería demostrar lástima. A mi parecer no hay nada peor en el mundo que eso.

Se alejó de mí en cuanto terminó de explicarme. Se veía tan desesperado. Me sentí angustiada y quise confortarlo de nuevo, pero las palabras seguían sin llegar. Al final me armé de valor, fui hasta la ventana, a su lado, y volví a abrazarlo. Por un segundo me sentí transportada al pasado, a esos días en que éramos sólo amigos, y la sola idea me encantó.

- Todo va a salir bien- le aseguré- Encontraremos la forma de acabar con esto.

Volvíamos a ser amigos, eso era seguro, y yo siempre he sido leal a mis amigos. Sin excepciones. Al verlo de esa manera me dí cuenta que yo haría lo que estuviera en mis manos para que él estuviera bien, cualquier cosa. Había un lazo extraño entre Adrian y yo, algo que nos unía más allá de lo comprensible, tanto así que estaba dispuesta a dar la vida por su salud de ser necesario.

- Comprendo perfectamente que quieras alejarte de todo el mundo. Además, sé que has de sentirte enojado porque eres tu y no cualquier otro el que vive esto. Pero verás que vamos a salir de esto- sonreí ampliamente para que me viera, quería llorar pero me contuve, no era momento de dramas, sino de dar aliento- La vida de todos se esta acabando, Adrian, lentamente, cada vez que respiramos, despertamos, odiamos.... Todo el mundo muere, la diferencia es cómo. Tú estás completamente consiente y acertado al querer vivir lo mejor que puedas, yo te apoyo en eso. Siempre- ensanché aún más mi sonrisa cuando recordé algo. Sólo esperaba que no se lo tomara a mal. Levanté la mano y la puse en su frente, como si le estuviera tomando la temperatura- Pero tengo que decirte algo importante.... estás completamente loco....Pero te diré algo más: las mejores personas lo están.

Esperaba que él tomara a bien todo esto, que comprendiera que ahí estaba yo para él. Al fin y al cabo mi máscara de chica ruda se había venido a bajo frente a Adrian, lo mejor era dejar de fingir.

OFF: T.T Si, me encantó. Espero que a ti también te guste el mío.