Shit, once again [Ivashkov]

Muevo un poco la cabeza de un lado para el otro. Me duele el cuello por el vuelo. Seguramente me quedé dormido sin darme cuenta y en una mala postura. Suspiro, es más, creo que bufo. Ya quiero estar en mi habitación y tirarme sobre la cama a dormir aunque sea un par de horas, sólo un par antes de tener que entrar de lleno al trabajo. Sin lugar a dudas, no debí beber el día anterior... pero es que estaba muy contento, al fin tengo lo que quiero, la familia Ozzera me envió lejos de ellos a cuidar a su hija. Las cosas con Isa deben de ir bien a partir de ahora, no creo que hayan cambiado muchas cosas en esta semana que estuvimos separados.

A penas se puede creer que llevo una hora en este lugar y ya hice una nueva amiga. La chica es linda, afortunadamente es un dhampir. Sé que no debería pensar esto, pero mientras charlaba con ella, me planteé la idea de la posibilidad de olvidarme de Isa. ¿Qué pasaría si de pronto yo encuentro algo más? No algo mejor en el sentido técnico de la palabra, sino simplemente algo más, como por ejemplo, una chica con la que pueda estar más tranquilo, sin todo el drama de las razas y estatus. Nunca hasta este momento me lo he planteado, pero la idea no parece tan mala. Quiero decir, Isabrella es una mujer hermosa, es una chica lista y divertida, tengan por seguro que encontrará alguien bueno, sólo espero que no sea Ivashkov... Aprieto los puños sólo de pensar en él. ¿Es que ese tipo tiene que arruinar todo? Si no es lo mío con Isa, es lo de Dimka con Rose. Porque si, todos lo notamos, todos nos damos cuenta que Ivashkov está enamorado de Rose, pero Rose ama Dimka y Dimka a ella... Estos jodidos traumas de preparatoria. Nadie diría que mi amigo y yo ya somos adultos, que estos tramas no tienen que importarnos, pero bueno, las personas dicen que el amor nos vuelve idiotas. Supongo que Belikov y yo estamos muy enamorados y que Ivashkov nació enamorado y se le cayó de cabeza a su madre del segundo piso de su mansión.

Por fin entro a los pasillos. Aún me queda un largo tramo por recorrer hacia los dormitorios dhampir, pero al menos el sol ya no me da en la cara. De igual manera, no me quito los lentes de la cara. Odio el sol. Quien me viera, diría que soy más moroi que otra cosa. Bebo más de la botella de agua, esta maldita resaca no me deja en paz ni un segundo. Doblo otra esquina y me topo de frente con la cosa que más odio en el mundo... Ivashkov...

Habia estado casi todo el dia en mi cuarto me moria del aburrimiento asi que decidi salir a caminar para ver que necontraba por los pasillos. Camine por un buen rato y parecia que nadie estaba en la Academia ya que no veia a nadie por ningun lado. Sabia que algunas personas estaban ya aqui pero en este momento no sabia donde.
 
Segui caminando y cuando di la vuelta en un pasillo me encuentro de frente con la persona que no me esperaba.......Kostia. Me empese a reir ya que me encanta molestarlo. -Kostia, Kostia, Kostia- le dije con tono de broma. -Como as estado?- le pregunte con una sonrisa. Por su cara sabia que no le agradaba verme pero bueno eso ya no era novedad, nunca nos hemos llevado bien pero aun asi me encanta molestarlo ya que es una presa facil para hacerlo enojar. -Y que haces aqui?- le pregunte -No espera no me dijas que me extranabas y viniste a verme- le dije con una sonrisa.
 
 
Lo siento por la demora pero alfin aqui esta. Espero y te guste

Paro mis pasos al verlo. Ese odio irracional sube rápidamente dentro de mí. Lo bueno es que ese mismo odio me impulsa a erguirme. Sé que no soy sumamente alto, pero creo serlo algo más que él, y si de físico hablamos, es obvio que yo intimido más. Respiro hondo, muy hondo, para calmarme. Mis puños están en puños apretados y mi mandíbula y brazos tensos, resistiendo el impulso de golpearlo.

Ahora que lo pienso, no es odio irracional, es un odio francamente aceptable ya que él lastimó a Isa, y ella es una de las personas que más me importan en el mundo... creo que incluso es la que MÁS me importa realmente, por más que quiera negarlo y buscar otras opciones. Vuelvo a respirar y clavo mi vista al frente, como un buen soldado, un buen guardián. No quiero verlo porque sé que de hacerlo querré molerlo a golpes. Por su forma de pronunciar mi nombre, sé que tiene esa jodida sonrisa arrogante que a mí tanto me jode.

- Señor Ivashkov...- murmuro molesto, o mejor, gruño por lo bajo y con voz ronca de lo tensa que tengo la mandíbula. En pocas palabras, escupo su nombre con todo el odio que me es posible y quizá un poco más. Espero verme demasiado amenazador, espero que al menos él esté planteándose la idea de dejarme en paz un rato. Acabo de llegar y no quiero que me echen aún, no sin ver a Isa, al menos.

Me hace una serie de preguntas que yo intento ignorar a toda costa. No muevo mi mirada de dónde está y procuro que mi cara no tenga expresión, siendo el guardián que debo ser. No pienso responderle, no voy a caer en su juego... o al menos eso intentaré por un rato. No, lo mejor es irme de una vez.

- Si me disculpa, aún debo ver a la directora. Con su permiso- doy un paso al frente para continuar avanzando. No tengo que ver a la directora, eso ya lo hice, lo que si tengo que hacer es alejarme de la tentación de romperle la cara. Pero por lo que veo, él no se dará por vencido.