Bienvenida

Las manos me sudaban dentro de las bolsas de la chamarra. La noche anterior no había podido dormir y ahora me sentía algo cansado. Lo peor del caso era que la retalia de tonterías que salía de la boca de la señora Ozzera no me ayudaba mucho. Que si Isa iba se había hecho amiga de una dhampir, que si Isa había ignorado a Ivashkov y ella había tenído que intervenir para que pudiera venir.... Ni siquiera su marido le prestaba atención.

Me presioné el tabique con el índice y el pulgar, respirando un par de veces para recordarme que ella era la razón por la que yo tenía dinero. Además ahí estaba la reina, esperando a su flamante sobrino. Tuve que reprimir una maldición en ruso cuando pensé en él. Ese chico y yo teníamos que cruzar algunas palabras.

Por otro lado estaba el señor Ozzera, siempre callado y a la sombra de su parlanchina esposa.

Olvidé a todos los que me rodeaban y me concentré en pensar que en unos minutos aterrizaría el avión en el que venía mi mejor amigo e Isa. Me valanceé felizmente sobre las puntas de mis converse y luego en los talones, viendo como mis vaqueros desgastados se movían a el ritmo de mis movimientos. Levanté la vista al cielo tras mis gafas de sol (regalo de Isa) y observé ansioso a que uns figura apareciera entre las nubes.
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OFF: Ivashkov, te tardas un montón, me desespero. Continua tú como la reina si quieres.
Con respecto a los padres de Isa, decidimos que no son tan importantes, así que sólo aparecerán de vez en cuando dentro del post.

Habia llegado la hora de que llegaran los invitados de San Vladimir y mi sobrino Adrian. Me vesti y sali de rumbo al jardin. Cuando llegue ya estabm alli los Ozeras y su guardian. -Bienos dias- salude a todos.

El jet estaba aterrisando y me arregle por ultima vez mi vestido y vi bajando primero al Guardian Belikov y luego a la Novicia Hathaway y de alli bajo la senorita Isa y porfin vi a mi sobrino Adrian. Me acerque a ellos -Bienvenidos a la corte espero que no se les halla hecho largo el viaje- les dije con una sonrisa. Ya que los demas se habian incorporado con sus cosas me acerque a Adrian -Adrian como as estado te hemos extranado mucho por aqui- le dije con una sonrisa y le di un abrazo.

Off: Lo siento pero es que acabo de empesar con el cole otra vez xD.....pero prometo de seguirles el rol xD..

Le dediqué un solemne inclinación a la reina, misma que repetí ligeramente para los moroi. Por último, a duras penas logré contener el impulso de lanzarme hacia Kostia y saludarlo como siempre.

Isabrella se acercó a sus padres, o mejor dicho, ellos a ella. Kostia, Rose y yo nos rezagamos un poco.

- Rose, él es Constantino Demetrevich. Kostia, ella es Rosemarie Hataway- los presenté.

- ¿Cómo estuvo tu vuelo?- soltó amablemente mi madre en cuanto me vio.

- Bien- repuse sin mucho interés. Encogiéndome de hombros para enfatizar.

Mi padre, hombre siempre de pocas palabras, sólo me pasó un brazo sobre los hombros a manera de saludo y me dedicó una sonrisa. Lo abracé de buen grado, en cierta forma lo había extrañado realmente.

Dimka había acaparado la atención de Rose, así que le hice una inclinación de cabeza a la reina y luego me volví a mi amiga para reclamar su atención.

- Rose, ellos son mis padres, padres, ella es mi amiga- hice énfasis en la palabra- Rosemarie Hataway- anuncié.

No esperaba que mi madre se dignara a dale la mano a mi amiga, sin embargo papá si lo hizo. Le tendió la mano de buen grado a una Rose sorprendida.

- Un placer- dijo Jacob sin poder evitar el acento italiano. Sonreí, dando gracias de que a mí se me hubiera quitado.

- Bien, hemos de irnos- intervino Samantha- planeo comprar un vestido para la cena de recepción que organizará Tatiana. Tu deberías hacer lo mismo- me espetó, viéndome de arriba hacia abajo con cierto desdén. La ignoré- ¿Vienes Tatiana?- incitó.

No vi que le respondía la reina, me giré hacia mis amigos, dejando de lado si mi padre se había quedado solo. A él no le importaba, por lo regular se perdía en su mundo, siempre detrás de mamá. Esa fue una de esas veces.

- Hola Kostia- lo saludé.

- Isa!!- exclamé eufórico. Eliminé la distancia que me separaba de ella y la levanté del suelo, rodándole la cintura con mis brazos.

No me había dado cuenta de cuánto extrañaba la sensación de su cuerpo cerca del mío hasta que volví a sentirlo. Puse mi cara contra su cabello que, como siempre, olía delicioso. La estreché todavía más entre mis brazos, intentando recordar todo acerca de ella ya que sabía que regresaría a San Vladimir dentro de poco.

- Te extrañé tanto- confesé, sin importarme las miradas incrédulas de los moroi. Los señores Ozzera ni siquiera se inmutaron, conocían perfectamente mi forma de ser, sin embargo la señora Samantha me lanzó una mirada reprobatoria que yo procuré ignorar.

Quería ser como Kostia, quería tener el valor de tocar a Rose en publico de la misma manera que él tocaba a Isa... como si no estuviera prohibido.

Lo que a muchos les parecía una imprudencia o una sentencia a castigar, a mi me parecía valiente. Él tenía el valor de ser él mismo frente a quien fuera, de saltarse las reglas si eso lo hacía cambiar sus ideales. Kostia siempre sería más joven que yo, pero en algunas cosas era más aplicado.

Rose dio un paso hacia mí y esa chispa volvió a saltar entre nosotros. Cada vez era más fuerte, sentía que tiraban de mí hacia ella cada vez con más fuerza. Inevitable. Pero como yo no era Kostia, tenía que resistir.

Para recordarle a mi amigo que no estaban solos, le pregunté:

- ¿Cuánto tiempo estarán aquí?

- No tengo ni idea- respondí algo de mala gana. Sabía que lo hacía para protegerme, pero estaba acortando mi tiempo con Isa.

Si bien tuve que separarme de la moroi, le pasé un brazo por los hombros para mantenerla cerca. Sonreí abiertamente cuando los ojos de la reina casi se salían de sus órbitas y la señora Samantha casi lloraba de vergüenza. Insubordinación era la palabra que ya veía venir por parte de ella.

- Así que la famosa Hataway es la aprendiz de Belikov...- comenté, viendo la cara de Dimka. Lo noté al momento, ahí había algo más. Esa noche tenía mucho que hablar con mi amigo- ¿Y por qué trajeron a Ivashkov?- le pregunté a nadie en particular- Pudieron haberlo dejado en su jaula.

Habia sido un viaje largo y yo me la pase durmiendo todo el viaje. Senti cuando aterriso el jet y me desperte habiamos llegado. Me levante y agarre mis maletas. Todos salieron antes que yo y eso no me sorprendia en lo mas minimo. Baje del jet y luego vi a mi tia Tatiana. Me acerque a ella -Hola tia bien un poco cansado pero bien- le abrase y le di un beso en la mejilla. -Y usted como a estado tia?- le pregunte con una sonrisa. Luego escuche como la mama de Isa le hablaba y me despedi de ella -Bueno tia nos vemos luego cuidese- le dije con una sonrisa.

Espere a que los demas estucieran listos ya que estaban teniendo un encuentro amoroso. Vi como Kostia el guardian de Isa la veia y la abrazaba y luego me di cuenta que algo mas habia alli. Me di cuenta no solo por sus acciones pero tambien por su aura. Escuche lo que Kostia habia dicho de mi y solo me rei me acerque a ellos -Kostia es una placer volver a verte- le dje con una sonrisa burlona. Claro que no me alegraba volever a verlo aunque me llevaba un poco mejor con isa no signifivcaba que su guardian me callera bien. -Y para contestar tu pregunta no me pudieron dejar ya que sin mi no ay diversion o y tambien porque soy el sobrino de la reina- le dije con una sonrisa ironica. Sabia que estaba furioso ya que lo podia ver en su rostro pero me estaba divirtiendo mucho. -Y tu como as estado Kostia?- le pregunte con mi sonrisa ironica.

Lo miré de arriba a abajo, molesto. ¿Cómo se atrevía a hablar así, a sonreír tan a la ligera? Quería borrarle la sonrisa de la cara, pero su tía y mi jefa seguían cerca.

- No es de tu incumbencia- le respondí de mal talante. No me importaba que su tía se ofendiera por mi trato, el chico y yo no nos llevábamos bien- ¿Diversión? La gente te sigue porque puedes proporcionar alcohol.

Di un paso hacia él, amenazándolo. Había soltado a Isa, pero no me preocupaba mucho, quería que él comprendiera que no iba a tener una buena estancia si por mi dependía.

- Y para ti soy el guardián Demetrevich- reclamé- Kostia sólo me dicen mis amigos.

- Kostia- me quejé.

Las cosas entre Adrian y yo habían mejorado un montón, así que lo que menos quería era que se llevaran mal. Me acerqué de nuevo a mi guardián para contenerlo, tomando la parte de atrás de su chamarra con una mano, como una niña pequeña y tímida.

- Está bien, Adrian es un amigo y no está aquí sólo por ser el sobrino de la reina- le pasé la mano un par de veces por la espalda para relajarlo. Me gustó la sensación de la piel bajo mis dedos.

Dios!!!!!!! ¿Cómo es que esto me pasaba a mi? Era algo parecido a lo que me sucedía con Adrian.... y odiaba esa sensación.

Cerré los ojos, deleitado por su contacto. Agradecí al cielo tener los lentes de sol y que nadie me viera.

- Bien- gruñí. La idea de que Isa e Ivashkov se llevaran bien no me gustaba para nada.- Igual tendré mis ojos puestos en ti- no pude evitar amenazarlo.

Me ponía de malas su presencia y todo lo que eso podía significar. No quería ver a Isa nunca más de esa forma, derrotada y triste durante varios días continuos. Sólo recordarlo me hacía rechinar los dientes.

- Bien- volví a gruñir. Isa me dedicó una radiante sonrisa y todo rastro de enojo real desapareció.

Mi madre se nos acercó, viendo que Kosia estaba por pegarle a Adrian. Al menos mi guardián había remitido por el momento.

- Guardián Demetrevich- estaba enojada, ni siquiera ella podía evitar llamarlo Kostia- Por favor lleve a nuestros invitados a la casa, sin escenas de ningún tipo- se volvió exclusivamente hacia Adrian- Lamento no poder guiarlos en persona, pero tengo otros compromisos. De cualquier forma nos veremos en la cena.

Hubo asentimientos de cabeza llenos de comprensión, seguidos de otros tantos de despedida y mi madre se fue, arrastrando con ella a mi padre y a la reina.

Sonreí contenta, al fin me había deshecho de ella y fue mucho más sencillo de lo que había pensado.

- Anda, vamos- apuré a Kostia- me muero por ver a Stiva.

Me daba tanta alegria de volver a ver a mi sobrino -Estoy muy bien gracias- le dije con una sonrisa calida. Luego escuche como me llamaba Samantha. -Bueno Adrian nos vemos mas alrato tu tambien cuidate.- le dije con una sonrisa. Y asi me voltie para seguir a Samantha cuando ella paro y voltio lo mismo hice yo y vi que estabn teniendo una discusion entre el guardian de Isa y mi sobrino. Solo voltie hacia Samanthat y le di una mirada de desaprovacion y asi ella se acerco a ver que pasaba. Me espere donde estaba y ya que regreso seguimos caminando.

Esto de hacer enojar a Kostia me divertia mucho. No le respondi a nada lo que dijo solo me quede con una gran sonrisa en mi cara.Cuando escuche hablar a Isa voltie a verla y le dedique una sonrisa calida -Gracias Isa, querida, pero yo me puedo defender solito- le dije con una calida y sincera sonrisa. Aunque estaba seguro que los demas no lo podian ver yo si. Algo mas estaba pasando entre ellos y yo sabia que. Los dos sentian un inmenso carino, o amor si se le podia llamar asi, por el uno a otro. Se me figuraba muy tierno ya que Isa se merecia ser feliz. Voltie a verlo de nuevo -Claro que si guardián Demetrevich- le dije ironicamente y con tono burlon. Me rei ante su comentario -Eso es algo normal ya que nadie puede dejar de ver esta hermosura- le dije en tono burlon me encantaba ver como se enojaba mas y mas.

Y de pronto estaba la mama de Isa alado de nosotros. -No se preocupe senora yo entiendo pero muchas gracias por dejarme quedar en su casa- le dije con una sonrisa y asenti con la cabeza. Volvi a ver a Kostia con una sonrisa burlona. -Esto sera divertido- dije a nadie en especial. Y seguimos caminando claro yo hasta atras ya que no queria tener contacto con nadie.